Descubriendo la Cueva de los Ángeles...

Es un paraje natural perteneciente al municipio de Villamalea en la provincia de Albacete. Está situado a unos 7 kilómetros al noroeste de la localidad. 

Se trata de un “tollo”, denominación que se da en la comarca a las peculiares formaciones geológicas que resultan de la erosión que el agua provoca sobre la roca en los barrancos subsidiarios del río Júcar y el Cabriel. 

Algunos tollos están asociados a un manantial o fuente que los nutre, asegurando la presencia de agua durante buena parte del año. Estos manantiales surgen al aflorar los materiales de los estratos por los que circula el agua subterránea. 

Otros, en cambio, están originados por el circular del agua de las precipitaciones en su camino hacia el cauce principal del río. 

Se caracterizan por la presencia de pequeños circos excavados por el agua en la roca, a los que el regato entra a través de una cascada, formando una poza en su interior. 

El ambiente umbroso que suele predominar en estos rincones y la presencia de agua, dan lugar a pequeños oasis de biodiversidad, ya que suponen un medio ideal para especies asociadas a medios húmedos, como anfibios, vegetación amante de la humedad, etc. 

La Cueva de los Ángeles se ubica en el “Barranco del Agua”. Por él circula el agua de lluvia que, en su descenso, atraviesa diferentes capas de roca de distinta naturaleza. Frente a un estrato de roca dura, más difícil de erosionar, se produce un salto de agua que origina en la capa subyacente de roca, más blanda, una depresión en la que se acumula el agua. Se forma así un enclave escondido, abrigado entre las rocas y cubierto de tupida vegetación, un cuyo fondo aparece una poza y una cueva cárstica. 

La cueva tiene unos 7 metros de profundidad, y recibe el nombre de Cueva de los Ángeles por la forma de las piedras en su interior, que se han asociado popularmente a rostros de ángeles. 

El agua de esta rambla ha sido tradicionalmente utilizada para regar las huertas que se distribuían a lo largo de las ramblas, y que se llenaron así de balsas donde acumularla. Hoy día muchas de estas huertas siguen en activo, como las de la Casa de los Benitillos, una encantadora aldea situada cerca de la Cueva de los Ángeles. 

Existen varias rutas de senderismo que pasan por este lugar, y ha sido acondicionado el paraje para su mejor acceso y preservación. 

La Rambla del Agua, donde se encuentra la Cueva de los Ángeles, va a desembocar en el Cabriel a la altura de la aldea de Los Cárceles.